Reconócelo: nada te da más alegría que recibir un mensaje de un seguidor o alguna petición de un cliente.
Es en ese momento en el que sientes que tus mensajes no están perdidos en el limbo y que hay alguien del lado de allá esperándote y listo para consumir lo que le ofreces.
Antes de eso, necesitas dar un paso importante: ¿cómo mover a tus clientes a la acción?
CTA: Call to action (llamada a la acción).
Los CTA son esas llamadas finales que haces en todos tus posts de redes sociales.
Pero, claro: antes de llegar al momento de gloria de que te respondan hay que comenzar desde cero. Y esos son los peores instantes (también tienen su magia y hablo de ella en otro momento).
Lo difícil de esos inicios es sentir que nadie está llegando a ti o, peor aún, que llegan y no tienen nada que compartirte.
- ¿Cómo salir de esa incómoda situación?
- ¿Qué puedes hacer para que tus textos provoquen reacciones en quienes los consumen?
- ¿Cuál es el modo ideal de que tus posibles clientes comiencen a seguir el propósito que te trazaste?
Primero, antes de saber cómo mover a tus clientes a la acción, te toca conseguir Empatía.
¿Y eso cómo se hace? Las historias (ya te he dicho todo el valor que tienen) hacen que quienes nos leen empaticen al momento con lo que le contamos.
Cuando eres capaz de ponerte en el lugar de tus lectores, todo comienza a fluir con mayor naturalidad.
Es en ese momento en el que ellos asumen que tú te sientes o te sentiste como están ellos. Cuando eso ocurre, ya habrán identificado una referencia cercana en ti. Y esa empatía hará que comiencen a fijarse con mayor atención en lo que les cuentas o propones.
Tienen que saber que siempre das más de lo que pides y confirmar que realmente mereces toda la atención que te están entregando. Imagen: Pexels
Luego viene el momento de la Admiración.
Y no se trata de que tus seguidores o futuros clientes te idolatren. No vamos a formar un culto lejano e idealizador.
La idea es que quienes te siguen vean en ti y en tu proyecto o negocio algo digno de seguir, estudiar y hasta probar.
Cuando las personas pasan hacia esa fase de una empatía con admiración y se preocupan por entender y saber de todo lo que creas, tu camino hacia sus decisiones está mucho más trazado.
Se diría que ya tienes la mitad de la relación construida.
Pero no todo está logrado. Porque estos dos momentos que ya viviste pueden disiparse con facilidad si tus clientes perciben algún rasgo de mentira, engaño o estafa en lo que intentas decirles.
Es importante entonces que seas un fiel defensor de tu Credibilidad.
Entiende bien lo que ocurre: eres una persona o una marca a quienes no conocen de nada. Y en esa ruta de fidelidad, tienen que saber que siempre das más de lo que pides y confirmar que realmente mereces toda la atención que te están entregando.
Nada de medias tintas ni verdades calculadas: todo directo y con total confianza.
Descubre cómo mover a tus clientes a la acción
Esta podría parecer una cuestión puramente formal, pero no lo es.
Usar verbos de acción te acerca más a la efectividad de tus propósitos.
Entiende que las personas, en el momento de comprar, no viven tomando la iniciativa y siempre necesitan que le digas qué hacer o al menos entre cuáles opciones decidir (mientras menos sean, mejor).
No es una cuestión de manipulación o de nublar la razón, sino de hacer el proceso de la venta lo más cómodo y sencillo para quien se interesa por algo y quiere tenerlo.
La otra justificación para esta conducta es que, cuando hacemos la ruta hacia la compra de un modo más cómodo, conseguimos que las decisiones se tomen con las emociones totalmente y no damos tiempo a que el cerebro racional aparezca.
Perfecto. Ya has logrado que te compren. Podrías sentirte feliz de que conseguiste tu objetivo. Pero tranquilo: no hemos acabado.
¿Crees que después de la transacción hemos terminado? Para nada.
La idea no es tener una noche de pasión, sino comenzar una relación duradera de fidelidad con todos tus clientes. Y para eso tienes que proponerte un nuevo objetivo: que vuelvan a comprar. ¿Y eso cómo se logra?
Con Acompañamiento: una divisa de cambio con demasiado valor.
¿Sabes cuánto agradece una persona que vuelvas a comunicarte después de que acaba de comprarte algo?
Esa viene siendo la confirmación de que la relación que crearon es genuina y de que tu fin máximo no era solamente la compra.
Ocúpate entonces de seguir en contacto con tus clientes. Preocúpate por cómo le fue con tu producto y sigue escribiendo para él en otros momentos.
Puedes ofrecer tutoriales sobre cómo usar lo que acaban de comprarte o crear ofertas especiales solo para ellos. Recuerda que cuesta más conseguir un nuevo cliente que mantener a uno que ya tienes.
Ten en cuenta todos estos pasos antes de ponerte a escribir porque sí.
Te sugiero que te plantees un propósito para cada paso que sigas en tus redes o web. Y, luego de que lo pongas en práctica, revisa siempre cómo y cuándo funcionó.
Acción, necesitas acción y tus palabras pueden lograrla por ti cuando descubras cómo mover a tus clientes a la acción. Para convencerlos. Y venderles.
