| Escríbete

Si te encuentras esta página por ahí se llamará algo así como:

 

Trabaja Conmigo

Quiero Contratarte

Contáctame

 

Y un montón de nombres no tan originales que la gente no se curra ni un poco.

 

Por eso me ahorré el recorrido. Y se llama Sí, claro.

Porque es obvio que es eso lo que andas buscando si entras aquí.

 

Pues te tengo dos malas noticias.

Aunque la primera es buenísima para mí.

 

Vendo lo que me da la gana y cuando me da la gana.

 

A ver, que no me lo tomes a mal. Que no es que me crea más perseguida que el chocolate ni mejor pagada que Cristiano.

Es que es el único modo en el que puedo funcionar con felicidad.

 

He intentado todo lo demás, créeme. Hasta me quedaba de madrugada en el periódico en el que trabajaba un día sí y otro también.

Pero no se me da.

 

Empiezo a padecer del mal de la cara de oficinista y no hay modo de que vuelva a ser yo.

Y esa, la verdad, que es la esencia de la vida.

 

Ser Yo, digo. Lo de funcionaria ya sabes.

 

Donde estábamos: que no puedes contratarme para que sea todóloga en tu empresa si solo estoy vendiendo carta de ventas o email marketing.

 

Ni redes sociales si estoy dando formaciones.

Mucho menos artículos. Esta explicación me la ahorro.

 

Soy así: sintonizo y por ahí voy mientras quiera.

 

La otra noticia (tampoco es muy buena para mí): no puedo trabajar con cualquiera.

 

Qué más quisiera yo, pero me he curado de esa enfermedad del carácter llamada TodoMeLaSuda.

O, si prefieres decirle como lo resumo en buen cubano: no me da la gana de que nadie decida para dónde se me vira el moño.

 

Y me peino poco, que conste.

 

Así que, si estás por aquí y quieres que trabajemos juntos, te va a tocar aceptar mis políticas o salir corriendo.

Es mi casa y mando yo, para que quede claro.

 

Lo bueno es que lo que yo mande te hará mucho bien.

Y a tu negocio ni hablar.

 

¿Qué quiere decir toda esta aparente guapería de solar?

Que no funciono en cautiverio.

 

Soy mandona, inconforme y protestona.

Y el único modo que tienes para librarte de eso trabajando conmigo es este:

Hacer lo que yo digo.

 

Ríete o moléstate, pero tiene sentido.

No vas a venir a contratarme para decirme cómo tengo que hacer las cosas.

 

Creo que es obvio, ¿no?

 

Igual lo recalco siempre, que no te imaginas la cantidad de cosas que me pasan por ahí.

Ya sabes: cervezas claras conservan amistades. ¿O eran los vinos?

 

En lo que estábamos. Que me encanta que colaboremos con transparencia, abundancia y profesionalidad.

 

Tú: haciendo lo que yo te “recomiendo” y respondiendo a lo que te pregunto.

Yo: consiguiendo que tu negocio crezca, que la gente te conozca y que todo el que está destinado a hacerlo, te compre.

 

¿Mola el trato?

Pues escríbeme por aquí: niminombreni@ninada.muchomenos.com

 

Ah, cierto. Que no le vendo a quien no está suscrito.

 

O sea, por aquí

 

Ya después respondes a un email y me dices dónde está el cadáver que esconderemos.

 

P.D: Suscribirte es buen negocio.

 

Porque te envío al momento algo picantico.

Es de mis primeros días en España, viviendo debajo de un estudio porno.

 

¿Y a ti qué te importa que viví debajo de una sucursal de F0ll4m05?

 

Que si quieres que la gente que hace fila en el negocio de la esquina sepa que el cartel de ABIERTO del tuyo está escrito en español… esta historia puede darte unas pistas buenísimas.

 

Y encima con un toque caliente. Digo, cálido.

 

El lucrativo arte que aprendí con el estudio porno del piso de arriba (no apto para negocios ñoños)

 

Viene con esto.

 

  • Eso que vende el porno (más que el sexo) y que te ayudará a jugar con los deseos de tus clientes. Descaradamente.
  • El guiño sexy de la competencia del que no te estás aprovechando. Cómo meterla a la cama.
  • Otra táctica cabrona para que te pidan más. Y regresen. Copiada del Porn Studio.
  • Una técnica sensual para conquistar todo lo que se menea. Lenguaje de adultos incluido.
  • Cómo usar a tu favor los sucios instintos de las mayorías. Funciona con menos también.

 

Todo te lo cuento aquí.

 

Después decides si trabajamos.

Juntos.